Consejos para que tu auto eléctrico no sufra con el calor de verano

Las baterías eléctricas son las que más sufren en temporadas de calor

El pasado mes de junio, la firma francesa Renault decidió poner sobre la mesa datos duros sobre una verdad muy conocida, pero que pocas veces se cuantifica por parte de los fabricantes: las temperaturas extremas afectan el rendimiento de las baterías de los autos eléctricos. Sin duda, se trata de uno de los componentes que más resienten el frío y el calor, aunque esta vez nos enfocaremos en las consecuencias de las temperaturas más elevadas por el inicio de la canícula o, lo que es lo mismo, los 40 días más calurosos del año.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este viernes 12 de julio inició de forma oficial este periodo donde se registran las temperaturas más altas de 2019. Desde el sur hasta el norte del país, serán varios los estados que sufrirán con este subida en el termómetro. Aunque el calor merma el rendimiento de todo tipo de vehículos y obliga a tomar ciertos hábitos preventivos, su impacto en los autos eléctricos es notable.

Un estudio reciente puso a prueba los modelos Tesla Model S, BMW i3s, Nissan Leaf, Volkswagen e-Golf y Chevrolet Bolt EV, arrojando resultados interesantes. Si nos ceñimos a la lógica de anteriores investigaciones, el calor de verano debería tener menor incidencia sobre la autonomía de las baterías eléctricas con relación al frío intenso; actualmente, ocurre todo lo contrario. Mientras que las temperaturas de -6.7 grados ocasionan una pérdida promedio de 12%, climas a 35 grados sólo derivan en una caída de 4%.

La Asociación Americana del Automóvil (AAA) recalcó que en ambos casos se tiene que activar la climatización. Los resultados fueron todavía más marcados; encender dicho sistema en climas fríos impacta con la pérdida de 41% de la autonomía, una cifra que baja hasta 17% en el calor dominante del verano.

Para evitar este contratiempo en estos días calurosos, nuestros expertos de Automexico recomiendan tener el auto eléctrico enchufado a la red y en la cochera protegido del sol cuando sea posible, esto con la finalidad de que no sea necesario hacer el gasto adicional de energía para equilibrar la temperatura.

Varios lugares del país marcarán por encima de los 30 grados centígrados; esto quiere decir que las reacciones electroquímicas dentro de la batería se acelerarán, lo que ocasionará que se descarguen con mayor rapidez y envejezcan antes de tiempo.

La planificación es la mejor aliada para sobrevivir a estas temporadas de clima extremo

Una confusión común ocurre por las recomendaciones de los propios fabricantes. Por ejemplo, Nissan sugería hasta hace algunos años no dejar el auto aparcado bajo el sol si la temperatura era superior a 49 grados. Prácticamente, resulta imposible encontrar un lugar en el mundo con carreteras que registre esta temperatura, sin embargo, el interior de un auto estacionado a la intemperie bien podría rondar en este rango.

De forma oficial, la AAA tiene 4 consejos para que los propietarios de autos eléctricos puedan sobrevivir al calor del verano mientras conducen y, al mismo tiempo, mitiguen el daño que ocasiona el clima extremo a sus unidades.

El primero de ellos es diseñar una rutina de conducción controlada y regulada, además de planificar más paradas de lo habitual en las estaciones de carga, esto con la intención de no ser sorprendidos por la pérdida de autonomía.

Asimismo, el conductor debe reducir el esfuerzo que realiza el sistema de climatización para lograr la temperatura confortable dentro de la cabina, algo que se logra mediante el enfriamiento previo conectado a una estación de carga.

Los usuarios deberían realizar una revisión del equilibrado de las celdas de forma periódica para evitar el efecto memoria, el cual todavía no ha sido eliminado del todo pese a ser una falla de las antiguas baterías de níquel.

Asimismo, si el auto eléctrico se quedará estacionado en casa durante las vacaciones de verano, lo recomendable es dejarlo conectado a la red. Aunque no se utilice, un auto de este tipo mantiene un consumo mínimo, por lo que se debe evitar a toda costa que se produzca lo que se conoce como “descarga profunda”.