Consejos para conservar tu muscle car en buen estado

Los muscle cars son autos a los que nadie puede ser indiferente. Incluso si no estás familiarizado con su gran historia, son vehículos que reclaman atención y hacen todo lo posible por hacerse notar en cualquier escenario. Su diseño vigoroso, su feroz rugido en cada aceleración y su conducción sobrada de emociones, los convierten en un objeto de deseo entre los apasionados del volante.

Si tomaste la decisión de tener uno de estos coches pasionales por encima de otras alternativas para la conducción deportiva, te presentamos una serie de consejos para que lo mantengas en perfectas condiciones. Como si se tratara de un nuevo integrante de la familia, debes tener algunas cosas en mente para evitar que vaya a sufrir alguna avería y asegurarte de que luzca su mejor rostro para asaltar la carretera.

Los muscle cars son autos atractivos por su estética radical y conducción de alto desempeño

1. Una limpieza cuidadosa

Tener un muscle car es motivo de orgullo, ya sea que hayas comprado algún clásico con varios años encima o el último modelo de agencia. En ambos casos, debes volverte un obsesivo de la limpieza. De acuerdo con varios especialistas, el óxido es el principal enemigo de los propietarios de este tipo de coches, ya que puede empezar de forma diminuta en alguna zona de la carrocería para después causar afectaciones más profundas.

La recomendación es limpiar el vehículo después de cada viaje, lo que incluye aspirar toda la suciedad del interior. Asimismo, debes poner especial atención en la zona baja, el motor y las llantas, apostando también por la aplicación de alguna cera protectora para repeler contaminantes. Si compraste un muscle car clásico, considera llevarlo a algún centro de servicio con procesos de detallado superiores.

2. Protégelo de las temperaturas extremas

Debido a que no dejan de ser autos deportivos, los muscle cars son todavía más sensibles a las condiciones climáticas extremas. Tómalo en cuenta para estacionar tu coche en el hogar o el trabajo. La mejor opción es guardarlo en una cochera con buena ventilación o un estacionamiento techado si sueles llevarlo a la oficina.

Si no tienes otra alternativa y el coche debe pasar lapsos prolongados al exterior, la recomendación es protegerlo del viento y la luz solar directa con una funda de algodón suave. Antes de comprarla, asegúrate de que el material de fabricación no dañará la pintura por la fricción continua. Asimismo, abre un poco las ventanas debajo de la funda para favorecer la circulación del aire.

Como otros autos deportivos, son más susceptibles a los climas extremos

3. No es una pieza de museo

Los muscle cars están fabricados para la conducción de alto desempeño, por lo que se sentirán “incómodos” si son tratados como piezas de museo. Es importante utilizar el vehículo para los paseos regulares, así como exprimir su verdadero potencial con una conducción más atrevida. Un viaje a velocidades de carretera durante 30 minutos cada mes debería ser suficiente para evitar la corrosión y mantener los líquidos en buen estado. Asimismo, bombea con frecuencia los frenos, ya que esto ayudará a mantenerlos suaves y en buenas condiciones.

Las consecuencias de no utilizarlo lo suficiente se manifestarán en los componentes de goma y los sellos, por lo que será normal que empiece a perder líquidos. En caso de que esté guardado por un periodo prolongado, lo debemos encender varias veces durante el mes y dejar el motor en marcha algunos minutos. De esta manera, reduciremos el riesgo de una avería y retrasaremos el envejecimiento.

4. Utiliza piezas adecuadas para el motor

Las piezas del motor de los muscle cars son más difíciles de conseguir que para otro tipo de vehículos, especialmente, si se trata de un modelo antiguo. Pese a ello, tenemos que asegurarnos de que los componentes son los adecuados. Si tratamos de ahorrarnos un poco de dinero, podríamos desatar otros problemas que requerirán una intervención mayor. Nuestra sugerencia es hacer la inversión desde el principio porque las consecuencias suelen ser más costosas.

No escatimes en conseguir las piezas y componentes adecuados para los trabajos de mantenimiento

5. ¿Modificarlo o no?

La decisión de hacer modificaciones o no al muscle car dependerá mucho de lo que pensemos hacer con el coche en el futuro. Aunque puede parecer una buena idea adaptarlo a nuestros gustos, la intervención de este tipo de vehículos podría generar dificultades para venderlo en los próximos años. Muchas de las personas que buscan esta clase de autos valoran que tengan sus piezas originales, por lo que antes de realizar algún cambio profundo debes tener claro cuál será su destino.

6. Revisiones preventivas

Esta recomendación aplica para todos los vehículos, pero cobra mayor sentido en autos orientados al manejo deportivo. Acude a chequeos regulares con los profesionales para que se realice un monitoreo preciso de todos los sistemas y se lleven a cabo los ajustes pertinentes. Evidentemente, los lapsos entre revisiones dependerán de los hábitos de conducción y el uso que le des a tu muscle car. 

No olvides los servicios y revisiones preventivas para evitar llevarte una sorpresa desagradable

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