General Motors retrasaría la producción de algunos modelos 2021

Gran parte de las ventas de GM son generadas por sus SUV

La industria automotriz aún padece los estragos generados por la pandemia del coronavirus, ya que de acuerdo con un reporte compartido por una fuente cercana a General Motors, la compañía habría anunciado el retraso de la producción de algunos modelos 2021.

Según el informe, el fabricante norteamericano contemplaba iniciar la producción SUV actualizadas, como la Cadillac Escalade, GMC Yukon, Chevrolet Tahoe y Suburban 2021 durante el mes de abril, situación que muy probablemente no se concrete debido a la escasez de componentes generado por el acelerado aumento y propagación de la enfermedad Covid-19 en Estados Unidos.

No obstante, General Motors aún evalúa la posibilidad de poner en marcha sus planes, dependiendo de la situación general en el país y las medidas de seguridad que puedan brindarle a sus empleados.

Uno de los lanzamientos más esperados este año, es la GMC Hummer EV

La situación no mejora

Pero aquí no terminan las malas noticias, y es que la empresa habría confirmado que el proceso de desarrollo de seis autos nuevos también se detendrán, incluidas las actualizaciones de al menos seis modelos con tal de no tener afectaciones económicas: la GMC Terrain, la Chevrolet Equinox, la Cadillac XT4, el Bolt EV, la Chevrolet Silverado y la GMC Sierra.

De concretarse estas medidas, General Motors retrasará el lanzamiento de estos productos hasta el próximo año y verán la luz como modelos 2022. Uno de los vehículos que también retrasaría su producción es la esperada GMC Hummer EV, cuya presentación será el 20 de mayo, si es que la emergencia sanitaria lo permite.

Esto significa un gran golpe para General Motors, ya que gran parte de sus ventas son generadas por su alineación de SUV. De acuerdo con el reporte, la firma arca norteamericana habría solicitado a sus proveedores que detuvieran la fabricación de componentes y piezas, sin desechar el material.

De esta forma, GM ha comenzado a cerrar la mayoría de sus complejos manufactureros en Estados Unidos, al mismo tiempo que ahorra recursos para retomar los proyectos lo más pronto posible.

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