Video: Convierte un Mini Cooper S en simulador de carreras

Un hombre de Utah convirtió un Mini Cooper S 2005 en un simulador de carreras

La cuarentena impuesta en la mayoría de los países para evitar el aumento de casos de coronavirus ha llevado a muchas personas a sacar su lado más creativo durante el encierro.

Si aún no sabes en qué invertir tu tiempo libre, podrías inspirarte en la idea de Brent Cheney, un hombre de Utah dedicado a la personalización de vehículos pero también un ferviente aficionado a los videojuegos que unió sus dos pasiones en un proyecto espectacular: tener un simulador de carreras del tamaño de un auto.

La idea de Cheney era disfrutar del iRacing pero no se quedó en un asiento y volante, sino que lo quiso llevar al siguiente nivel. Para ello pensó en modificar un vehículo pero claro, no debía ser cualquiera, sino un modelo de corte simple para poder hacer los cortes y soldaduras necesarios de manera sencilla pero claro, sin perder de vista el espíritu deportivo.

Un proyecto donde la cuarentena ni se siente

Obviamente un súper deportivo quedó descartado de inmediato debido a sus formas rebuscadas así que optó por un Mini Cooper, pues gracias a las molduras en los pilares se ocultan los remaches.

Para su sorpresa, encontró un Mini Cooper S 2005 en venta que gracias a las fallas en el motor, lo que era perfecto para su proyecto, pudo comprarlo en sólo mil dólares, que es cerca de $25,000.

Una vez en su casa, Cheney le retiró todos los elementos de funcionamiento como el motor, transmisión y suspensión. Luego le quitó el techo y cortó el auto en secciones para poder llevar el rompecabezas a su sótano, donde se dedicó a rearmarlo y colocarlo en una base de madera.

Demostración de amor por los autos y los videojuegos

En lugar del parabrisas está una pantalla curva de 49 pulgadas, así como un volante y pedales para videojuegos

En cuanto al interior, se mantiene ciertos elementos originales pero el resultado final es sorprendente. El asiento es el mismo pero cambió el volante por un Fanatec Podium DD1, mientras que los pedales son Fanatec V3.

En lugar del parabrisas se aprecia una enorme pantalla curva de 49 pulgadas y se añadió un sistema de sonido Harman Kardon de seis bocinas y se instaló un sistema de vibración bajo los asientos para hacer la experiencia aún más realista. 

En lugar de la consola central se colocó un teclado con mouse y en donde usualmente van los controles del Mini, se incluyó un iPad que brinda información relacionada con el juego.

Por último, se añadieron luces LED debajo el auto que se controlan mediante un iPhone y le ponen un toque futurista al auto.

Pero claro, al trabajo de diseño hay que sumar la dura tarea de cablear todo lo necesario para que el juego funcione. 

El sistema se encuentra debajo del cofre, en el lugar del motor, en donde se incluyó un procesador de ocho núcleos, un disco duro de 1 terabyte, una tarjeta de video de 8 gigabytes y otros elementos para juegos de PC.

Para lograr este resultado, Brent trabajó por alrededor de seis semanas e invirtió cerca de 6,500 dólares que es poco más de $130,000, demostrando lo que el tiempo libre, la creatividad y claro un poco de dinero, pueden hacer.

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