Bugatti Divo ‘Lady Bug’, un one-off muy particular

Los autos de Bugatti ya son especiales por sí solos, pero la firma ofrece un amplio catálogo de personalización para que cada cliente se lleve un modelo único y la creación de este Divo fue algo que se convirtió en un reto para Bugatti. Tardó dos años en estar preparado y en algún punto de su fabricación, el equipo estuvo a punto de tirar la toalla, pero consiguieron el resultado deseado.

El Bugatti Divo se presentó en el año 2018, poco tiempo después, un coleccionista estadounidense se acercó a la firma con una idea que quería plasmar en su hiperauto. Se trataba de un patrón estrictamente geométrico donde vemos diamantes que contrastarán con el color de la carrocería. En este caso, Bugatti desarrolló los colores metálicos Customer Special Red y Graphite para el diseño que el cliente quería.

El patrón de diamantes sería impreso en toda la carrocería del Bugatti Divo, en total fueron unos 1,600 diamantes los que se plasmaron, pero no fue tarea sencilla, ya que tardaron alrededor de año y medio en encontrar las soluciones técnicas y gráficas para ello, pero nadie pensó que sería tan complejo pintar los diamantes con exactitud en la carrocería del auto.

Se pintaron alrededor de 1,600 diamantes en la carrocería del Divo

Debido a las curvas y líneas de la carrocería del Divo, los diamantes que diseñaron en digital no se veían igual en la realidad y se distorsionaban en la superficie del auto. Tan solo un milímetro de diferencia fue lo que causó que todo se volviera caótico y se arruinara el efecto visual que tendría el Divo antes de ser pintado.

En total, utilizaron 6 metros de película que fueron aplicados sobre un auto de pruebas para revisar a detalle el patrón. Después de varias semanas, los artesanos de Bugatti por fin encontraron una solución para que el diseño digital fuera reflejado a la perfección en la piel del Divo.

“El ‘Lady Bug’ fue un reto excepcional y al mismo tiempo una experiencia inolvidable”, comenta Jörg Grumer, presidente de Color y Ajuste en Bugatti Design, quien confiesa que estuvieron a punto de darse por vencidos y decirle al cliente que no podían cumplir con su solicitud debido a tantos intentos fallidos. “Sin embargo, tenemos la profunda convicción de que nunca debemos rendirnos y que nuestra principal motivación debe ser siempre hacer posible lo imposible para el cliente”.

Bajo esa premisa, Bugatti logró su cometido y consiguió plasmar los 1,600 diamantes en la carrocería del Divo. En 2020, los artesanos pasaron miles de horas practicando el proceso en un auto de prueba hasta que por fin pudieron transferir cada uno de los diamantes en la carrocería del auto. Aún así, decidieron realizar un último ensayo en otro auto de pruebas porque nadie quiere arruinar un auto de más de 5 millones de euros.

Tardó dos años en ser preparado

Los diamantes se plasmaron en una película que los transfirió a la carrocería del Bugatti Divo, después se aplicó una película transparente sobre ellos. Cada uno de los diamantes fue revisado minuciosamente y si se encontraban fallas, se recortaban o sustituían. Después se aplicó el trabajo de pintura y se removieron todos los diamantes de la película transparente. Se aplicó la pintura Graphite y una capa transparente para el efecto deseado.

Y fue así como Bugatti convirtió un diseño sumamente complejo en algo real. El Lady Bug solo es una prueba más de lo que son capaces de hacer, y es también uno de los 40 ejemplares que habrá en el mundo cuando finalicen con las entregas del Bugatti Divo, mismas que iniciaron en agosto del 2020 y tienen pensado finalizar en estos meses.

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